lunes, 28 de diciembre de 2015

QUE LA DIFICULTAD TE HAGA MÁS BONITA LA ESCALADA.

Supongo que siempre se me ha dado mejor plasmar las palabras que pronunciarlas. Así al menos, pase lo que pase con nosotros, quedará constancia de que un día te escribí con la esperanza de que no fuese la última vez que lo hiciera.
Vengo a decirte que nuestro peor enemigo somos nosotros mismos cuando no nos importa salvarnos. Que la vida también sigue sin nadie y que todos y cada uno de los momentos que dejas pasar son regalos que no vas a recuperar, porque has preferido quedarte quieto y no hacer nada y acostumbrarte a eso, es sinónimo de suicidarte. No puedes esperar a que venga la vida a cambiarte, porque no lo hará; pero no te preocupes, que a eso he venido yo. A darle un vuelco a tu corazón y a proclamarle la guerra a tus sentimientos, he venido a destrozarlo todo y a que tan sólo quede caos, porque será entonces cuando cada paso que adelantes te haya salido del corazón, y no de la razón.
Vengo a explicarte que “ahora” no va a volver, y sería una pena arrepentirte de lo que no hiciste porque preferiste quedarte último en tu lista de personas importantes. Que lo bonito siempre es subjetivo, y a mi me parece precioso escucharte reír, verte bailar, que me abraces y me des besos en la frente porque te da miedo acercarte a mi boca.
Que ayer cerré los ojos y nos imaginé de paraíso en paraíso; y con paraíso me refiero a cualquier lugar en el que te dejas ser tú mismo y yo pueda contemplarlo.
Vengo a decirte desde el corazón que ha sido una suerte encontrarte, aunque llevaras en mi vida mucho tiempo. Supongo que hay cosas que están tan cerca que ni siquiera puedes verlas. Así que te pido que para verme cierres los ojos, no vaya a ser que te encuentres tan ciego que ni siquiera sepas mirarme. Y cuando quieras un poquito de mi y yo no esté, siempre te queda la luna; y ojo, que esto sólo se lo digo a las personas realmente importantes, así que siéntete afortunado, que en mi lista estás de los primeros.
Vengo a pedirte que empieces de una puta vez a vivir tu vida en función de lo que tu cuerpo te pide, porque no vas a tener otra y lo que no disfrutes hoy, mañana ya será pasado. Se que estas palabras son típicas y las habrás escuchado mil veces, pero el sentido de estas cambia cuando te las dice alguien a quien aprecias.
Vengo a decirte que te quiero de una manera en la que no te he querido antes. Que quiero ir a la playa de noche, visitar Venecia, emborracharme en París, recorrer Cádiz, que vengas conmigo a un concierto de Marwan, leerte mis versos, desayunar comer y cenar en la cama... quiero una vida llena de emociones y dejar de lado la rutina, los modales, la buena presencia.Pero sobre todo vengo a decirte que quiero que quieras vivir una vida como esta.
¿TE VIENES?


P.D."He venido para arreglarte la vida, gilipollas."